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Estimulación Eléctrica Transcraneal (tDCS, tACS y tRNS)

La tDCS (transcranial Direct Current Stimulation), tACS (transcranial Alternating Current Stimulation) y tRNS (transcranial Random Noise Stimulation) son técnicas no invasivas de estimulación cerebral que utilizan corrientes eléctricas para modular la actividad neuronal. A pesar de que comparten similitudes en cuanto a su aplicación, cada una de estas técnicas se caracteriza por diferencias en la naturaleza de las corrientes empleadas y los objetivos terapéuticos.

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  1. tDCS (Estimulación Transcraneal por Corriente Directa): La tDCS aplica una corriente eléctrica directa y constante a través de dos electrodos colocados en el cuero cabelludo. Esta corriente modula la excitabilidad neuronal, aumentándola o disminuyéndola, dependiendo de la polaridad de los electrodos (anodal o catodal). La tDCS se utiliza en el tratamiento de diversas condiciones, como la depresión, la ansiedad, el dolor crónico y la mejora del rendimiento cognitivo.

  2. tACS (Estimulación Transcraneal por Corriente Alterna): La tACS utiliza una corriente eléctrica oscilante, en lugar de una corriente constante como en la tDCS. Esta técnica se enfoca en sincronizar o desincronizar las oscilaciones neuronales en diferentes frecuencias cerebrales (alfa, beta, gamma, etc.) para influir en funciones cognitivas y emocionales específicas. La tACS se ha investigado en el tratamiento de trastornos como el Parkinson, la epilepsia y la mejora de la memoria.

  3. tRNS (Estimulación Transcraneal con Ruido Aleatorio): La tRNS aplica una corriente eléctrica de amplitud y frecuencia variables de forma aleatoria. Se cree que esta técnica aumenta la plasticidad neuronal y la excitabilidad cortical, lo que puede mejorar el rendimiento cognitivo y la recuperación después de una lesión cerebral. La tRNS se ha investigado en el tratamiento de la depresión, el dolor crónico y la mejora del rendimiento cognitivo, aunque su aplicación clínica es menos extensa que la tDCS y la tACS.

 

En resumen, aunque estas técnicas comparten similitudes en su aplicación, se diferencian en la naturaleza de las corrientes eléctricas utilizadas y sus objetivos terapéuticos. La elección de la técnica adecuada depende de la condición específica que se esté tratando y del conocimiento del profesional en el área.

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Estas técnicas utilizan dos electrodos que se colocan en el cuero cabelludo del paciente: un electrodo anódico y un electrodo catódico. La corriente eléctrica fluye de un electrodo a otro a través del cerebro, generando un efecto polarizador que modula la excitabilidad neuronal. El electrodo anódico se coloca sobre la zona del cerebro que se desea estimular, mientras que el electrodo catódico se coloca en una zona de referencia.

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La tDCS se aplica durante un período de tiempo que puede variar de unos pocos minutos a varias horas, dependiendo de la aplicación. La tDCS puede tener un efecto inmediato en la excitabilidad neuronal, pero también puede tener efectos a largo plazo en la plasticidad cerebral, que es la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse.

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En términos de seguridad, la tDCS es generalmente segura y bien tolerada. Los efectos secundarios más comunes son leves y temporales, como picazón, hormigueo o dolor en el lugar de la estimulación. En raras ocasiones, pueden ocurrir efectos secundarios más graves, como convulsiones o dolores de cabeza intensos. Por lo tanto, la tDCS debe ser realizada por profesionales capacitados y en un entorno adecuado.

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En resumen, la tDCS es una técnica de estimulación cerebral no invasiva que utiliza corriente eléctrica de baja intensidad para modular la excitabilidad neuronal en el cerebro. La tDCS se utiliza para tratar diferentes trastornos neurológicos y se espera que se utilice cada vez más en el futuro para tratar una variedad de trastornos neurológicos y para mejorar la función cognitiva y emocional.

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Enfermedades donde se ha aplicado tDCS:

  • Depresión mayor

  • Trastorno bipolar

  • Trastornos de ansiedad (por ejemplo, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno de estrés postraumático, trastorno de ansiedad generalizada)

  • Esquizofrenia

  • Dolor crónico

  • Migraña

  • Enfermedad de Parkinson

  • Trastornos del espectro autista (TEA)

  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

  • Epilepsia

  • Lesión cerebral traumática

  • Accidente cerebrovascular

  • Esclerosis múltiple

  • Fibromialgia

  • Trastornos alimentarios (por ejemplo, anorexia nerviosa, bulimia nerviosa)

  • Adicciones (por ejemplo, adicción al tabaco, adicción al alcohol)

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Cabe destacar que esta lista no es exhaustiva y que la TMS y la tDCS se están investigando y desarrollando para tratar un rango aún más amplio de trastornos neurológicos.

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