Las últimas investigaciones acerca del funcionamiento del cerebro y su implicación en el lenguaje están aportando mucha información para poder entender cómo trabaja y las consecuencias tras una lesión cerebral.
Actualmente diferentes investigadores defienden una nueva forma de ver y conocer nuestro órgano más preciado, el cerebro. Explican su funcionamiento como un todo interconectado, es decir, un sistema de redes, circuitos y caminos de múltiples conexiones entre diferentes puntos. Dicho de otro modo, nuestro cerebro sería comparable al mapa de las diferentes líneas de metro de nuestra ciudad en la que tenemos múltiples destinos, estaciones importantes correspondientes al centro de la ciudad o incluso enlaces, paradas que nos sirven para hacer trasbordo de una línea a otra.
Por lo tanto, y siguiendo esta nueva visión acerca del cerebro, tendríamos toda una red o mapa de diferentes conexiones que viajan a través de enlaces a distintos puntos o paradas.
¿Y cómo han llegado a estas conclusiones? Mediante herramientas ya conocidas como la resonancia magnética funcional (RMf), la magnetoencefalografía (MEG) o el electroencefalograma cuantitativo (QEEG). Estas técnicas son capaces de interpretar los datos extraídos y dar respuesta a muchas preguntas sobre las diferentes funciones motoras, cognitivas y lingüísticas.
El lenguaje es una de las habilidades que se ve afectada tras un accidente cerebrovascular. Estudios con gran evidencia científica apuntan que existen dos paradas esenciales en relación con el lenguaje: el área de Broca, relacionada con la expresión y el área de Wernicke, relacionada con la comprensión; y dos líneas de metro importantes: la red dorsal, que conecta el procesamiento de las palabras con los centros motores que controlan el habla y la red ventral, que conecta el procesamiento de las palabras con el significado de estas.
Es por ello que, si alguna de estas paradas importantes, enlaces o a lo largo de estas líneas de metro que se encuentran en nuestro cerebro sufren una avería, una lesión o un daño para conectarse y poder viajar cómodamente, dará lugar a una alteración de lenguaje como es la afasia.
Este mapa de conexiones nos permite conocer de manera objetiva las posibles incidencias en toda nuestra red de metro, lo que nos ayuda a todos los profesionales implicados en el proceso neurorrehabilitador a mejorar en nuestra práctica y poder ofrecer nuevos enfoques terapéuticos ajustados a cada persona.
Imagen del Centro de Imágenes Biomédicas Martinos, Proyecto Conectoma Humano