Salud mental
Nuestros tratamientos con terapia psicológica y las técnicas más avanzadas en neuromodulación son altamente efectivos, mejorando la calidad de vida de nuestros pacientes y ayudándolos a recuperar su bienestar emocional.
La salud mental
La salud mental es un tema de gran relevancia a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 1 de cada 4 personas experimentará un trastorno mental en algún momento de su vida. Se estima que 264 millones de personas padecen de depresión, mientras que 284 millones sufren de trastornos de ansiedad.
Según el Ministerio de Sanidad, en España se estima que alrededor de un 10-15% de la población presenta algún tipo de trastorno mental en algún momento de su vida. Además, se estima que la mitad de los trastornos mentales aparecen antes de los 14 años.
Depresión
La depresión es una afección mental que se caracteriza por una sensación profunda y persistente de tristeza, falta de energía y pérdida de interés en actividades que antes resultaban placenteras. La depresión puede afectar a todas las áreas de la vida de una persona, incluyendo su capacidad para trabajar, estudiar y disfrutar de las relaciones sociales.
Se estima que el 5% de la población sufre de depresión mayor y el 10% de depresión menor.
Los síntomas de la depresión pueden variar, pero algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Sensación persistente de tristeza o vacío
- Falta de energía y fatiga
- Pérdida de interés en actividades que antes resultaban placenteras
- Dificultad para concentrarse y tomar decisiones
- Cambios en los patrones de sueño y apetito
- Sentimientos de inutilidad y culpa
- Pensamientos de muerte o suicidio
La depresión puede ser causada por diferentes factores, como factores genéticos, eventos traumáticos, cambios en el equilibrio químico del cerebro y situaciones estresantes.
En FIVAN hacemos una revisión del tratamiento farmacológico y aplicamos las técnicas más avanzadas en neuromodulación, como la Estimulación Magnética Transcraneal (TMS).
Ansiedad
La ansiedad es una respuesta normal del cuerpo ante situaciones estresantes o peligrosas. Es una sensación de preocupación, miedo o tensión que puede ser útil en ciertas situaciones. Sin embargo, la ansiedad se convierte en un problema cuando es excesiva, persistente e interfiere con la vida diaria de una persona.
La ansiedad es un trastorno emocional que se caracteriza por una sensación de inquietud, tensión o miedo excesivo, que puede afectar a la vida diaria de la persona afectada. En España, según datos del Ministerio de Sanidad, se estima que alrededor del 12% de la población sufre de trastornos de ansiedad.
La ansiedad puede afectar a personas de todas las edades, aunque es más común en mujeres que en hombres. Además, existen diferentes tipos de trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico y el trastorno obsesivo-compulsivo, entre otros.
A nivel mundial, se estima que los trastornos de ansiedad son los trastornos mentales más comunes, y que afectan a alrededor del 10% de la población.
Los síntomas de la ansiedad pueden variar, pero algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Sensación de nerviosismo o tensión constante
- Preocupación excesiva por eventos futuros
- Dificultad para concentrarse
- Problemas para conciliar el sueño o mantenerse dormido
- Sudoración excesiva
- Palpitaciones o taquicardia
- Temblores o sacudidas musculares
- Sensación de falta de aire o ahogo
La ansiedad puede ser causada por diferentes factores, como factores genéticos, eventos traumáticos, problemas de salud física o química, y situaciones estresantes.
Trastorno bipolar
El trastorno bipolar es una afección mental que se caracteriza por cambios extremos en el estado de ánimo, la energía y la actividad. Las personas con trastorno bipolar experimentan episodios de depresión profunda y episodios de manía o hipomanía, que pueden durar semanas o meses. Durante los episodios de manía o hipomanía, las personas pueden sentirse eufóricas, tener una energía excesiva, tener un discurso acelerado y tomar decisiones impulsivas. En los episodios de depresión, las personas pueden sentirse tristes, desesperadas y sin esperanza.
En España, según datos de la Sociedad Española de Psiquiatría, se estima que alrededor del 1-2% de la población sufre de trastorno bipolar.
Los síntomas del trastorno bipolar pueden variar, pero algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Episodios de manía o hipomanía, como sentirse eufórico, tener una energía excesiva y tener un discurso acelerado.
- Episodios de depresión, como sentirse triste, desesperado y sin esperanza.
- Cambios en el apetito y el sueño.
- Dificultad para concentrarse y tomar decisiones.
- Pensamientos de muerte o suicidio.
El trastorno bipolar puede ser causado por diferentes factores, como factores genéticos, eventos traumáticos, cambios en el equilibrio químico del cerebro y situaciones estresantes.
Trastorno obsesivo compulsivo
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es una afección mental que se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o compulsiones que causan angustia y afectan el funcionamiento cotidiano del individuo.
En España, según datos de la Sociedad Española de Psiquiatría, se estima que alrededor del 2% de la población sufre de TOC en algún momento de su vida.
Las obsesiones son pensamientos o imágenes repetitivas e intrusivas que producen ansiedad o malestar, mientras que las compulsiones son comportamientos repetitivos que se realizan en respuesta a las obsesiones con el objetivo de reducir la ansiedad o prevenir un evento negativo.
Los síntomas del TOC pueden variar, pero algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Obsesiones recurrentes y persistentes, como miedo a la contaminación, pensamientos violentos o religiosos, entre otros.
- Compulsiones repetitivas, como lavado de manos excesivo, revisión constante, contar y recontar, entre otros.
- Sensación de malestar intenso si no se realizan las compulsiones.
- Sentimientos de vergüenza y culpa por las obsesiones y/o compulsiones.
El TOC puede ser causado por diferentes factores, como factores genéticos, eventos traumáticos, cambios en el equilibrio químico del cerebro y situaciones estresantes.