La Terapia Espejo mejora la fuerza, la calidad y cantidad del movimiento

La terapia espejo es un tipo de imaginería visual, utilizada como herramienta de rehabilitación. Se inició en los años 90 para mejorar el dolor del “miembro fantasma” en pacientes amputados y años después empezó a utilizarse en pacientes que habían sufrido daño cerebral, y que tenían una afectación motora de algún miembro. Actualmente, aunque hay menos estudios o evidencia también se puede utilizar en el tratamiento de la neuralgia del trigémino, la parálisis facial o para mejorar la heminegligencia visual.

Esta terapia funciona gracias a la activación de neuronas espejo tras la observación de una parte del cuerpo sana reflejada en un espejo.

¿Cómo lo hacemos?

Consiste en visualizar el miembro sano (la mano o el pie) reflejado en un espejo que se encuentra en la línea media de nuestro cuerpo, “haciéndole creer” a nuestro cerebro que estamos viendo el lado afecto. Al mismo tiempo podemos realizar movimientos e incluso tareas ya sea con una única parte del cuerpo (la sana) o ambas (lado sano y afecto).

¿Cuáles son sus objetivos y beneficios?

Esta terapia se usa principalmente con tres objetivos: mejorar el movimiento, la sensibilidad y la calidad de vida de las personas que lo realizan.

Pero sus beneficios van más allá mejorando la fuerza, la calidad y cantidad del movimiento así como la sensibilidad y destreza distal.

En FIVAN vamos un paso más allá y combinamos esta técnica con la estimulación eléctrica transcraneal (tDCS) de modo que potenciamos los beneficios de ambas terapias.

La tDCS es una técnica no invasiva e indolora que consiste en la aplicación de una corriente eléctrica de baja intensidad en el cuero cabelludo que interactúa con la corteza cerebral. Esta técnica induce cambios en la actividad neural y nos ayuda a obtener mejores resultados a las tareas planteadas.

Si quieres más información no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de informarte y ayudarte en aquello que necesites.