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La terapia acuática ha sido y es uno del tratamientos con mayor eficacia para multitud de patologías en cuestión de rehabilitación gracias a sus propiedades físicas. El agua cálida y las características del entorno acuático ofrecen una serie de beneficios y oportunidades para trabajar en la recuperación de pacientes con diversas patologías neurológicas.

Combina una serie de ejercicios activos, pasivos, asistidos y maniobras realizadas por el propio paciente con ayuda si es preciso del terapeuta o de un familiar para trabajar sobre los objetivos planteados. Es una técnica muy efectiva ya que nos permite trabajar ejercicios y posturas que fuera del agua serían muy difícilesLa piscina es un entorno enriquecido en el cual se facilita el aprendizaje debido a sus condiciones menos restrictivas e integradoras al mismo tiempo que favorece la inclusión social.

Algunos de los beneficios de la piscina terapéutica en la rehabilitación neurológica incluyen:

  1. Flotabilidad: El agua proporciona flotabilidad, lo que reduce el peso del cuerpo y disminuye la carga en las articulaciones y la columna vertebral. Esto facilita la realización de movimientos y ejercicios que pueden ser difíciles de hacer en tierra.

  2. Resistencia: El agua genera resistencia al movimiento, lo que ayuda a fortalecer los músculos y mejorar el control motor de los pacientes.

  3. Hidrostatica: La presión hidrostática del agua mejora la circulación sanguínea y el retorno venoso, lo que puede ser beneficioso en la reducción de edemas y en la promoción de la cicatrización de heridas.

  4. Relajación muscular: La temperatura cálida del agua favorece la relajación muscular y la disminución de la espasticidad en pacientes con trastornos neurológicos.

  5. Estimulación sensorial: El entorno acuático ofrece una variedad de estímulos sensoriales que pueden ser útiles en la rehabilitación neurológica, como la estimulación táctil y propioceptiva.

  6. Mejora del equilibrio y la coordinación: La inestabilidad inherente al medio acuático brinda una oportunidad para trabajar en la mejora del equilibrio y la coordinación en pacientes con alteraciones neurológicas.

 

La piscina terapéutica la utilizamos en la rehabilitación neurológica de pacientes con diversas condiciones, como parálisis cerebral, accidentes cerebrovasculares, lesiones cerebrales traumáticas y enfermedades degenerativas. La terapia acuática debe ser guiada por un fisioterapeuta especializado y formar parte de un enfoque multidisciplinario en la rehabilitación del paciente.

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